Las crónicas de Indias Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa. Son esas mismas cosas que nos marginan, nos matan la memoria, nos queman las ideas, nos quitan las palabras. Lit o Nebbia Lo s viajes de Co ló n es t uviero n...
More
Las crónicas de Indias Cuando no recordamos lo que nos pasa, nos puede suceder la misma cosa. Son esas mismas cosas que nos marginan, nos matan la memoria, nos queman las ideas, nos quitan las palabras. Lit o Nebbia Lo s viajes de Co ló n es t uviero n guiado s po r un int erés eco nó mico : encontrar una ruta hacia el s ur de As ia. Lo que no s abían en aquella épo ca es que exis t ía el o céano Pacíf ico , po r es o Co ló n creyó que es t aba en las Indias Orient ales cuando llegó a nues t ro co nt inent e. Des pués de más de do s mes es de navegació n, Co ló n y lo s 87 t ripulant es de las t res naves divis aro n t ierra (t engan en cuent a que la velo cidad pro medio de navegació n era de 160 km po r día dependiendo de lo s vient o s y que hay apro ximadament e 6500 km ent re Lis bo a y las is las Bahamas ). El mapa más ant iguo que s e co ns erva de es t a z o na f ue o bra de Juan de la Co s a, quien aco mpañó a Co ló n en vario s de s us viajes . El continente que s e llamaría
Less