No son empleados,
son personas
Dos importantes tendencias están cambiando
la manera en que las compañías administran
el talento de su gente.
Si usted no les presta
atención, perderá competitividad.
D
os extraordinarios cambios, a los que pocos...
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No son empleados,
son personas
Dos importantes tendencias están cambiando
la manera en que las compañías administran
el talento de su gente.
Si usted no les presta
atención, perderá competitividad.
D
os extraordinarios cambios, a los que pocos prestaron mucha atención, han ocurrido en
el mundo de los negocios.
Primero, la asombrosa cantidad de individuos que trabajan para las empresas sin ser "empleados" en el sentido tradicional.
Segundo, el creciente número de compañías que ya no manejan los principales aspectos de las relaciones con quienes
son sus empleados formales, puesto que han dejado esas tareas en manos de terceros.
Es difícil que estas tendencias cambien de sentido.
Por varias razones, como veremos, lo más probable es que se acentúen.
Sin embargo, el debilitamiento de las relaciones entre las empresas y quienes trabajan en ellas
representa un serio peligro para el negocio.
Porque una cosa es aprovechar el talento independiente, o encargar a tercero
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