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Introducción
6n nuestras conversaciones, en los medios de comunicación, en los liros, en los anuncios publicitarios.
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; en todas partes, la gente usa, oye
y lee la palabra inteligencia.
Es...
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Introducción
6n nuestras conversaciones, en los medios de comunicación, en los liros, en los anuncios publicitarios.
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; en todas partes, la gente usa, oye
y lee la palabra inteligencia.
Es un término cotidiano cuya aparición no provoca
sorpresa alguna.
Sin embargo, cuando se pide a alguien que trate de especificar exactamente su significado, emergen las dudas, los titubeos, la incapacidad de precisar con exactitud aquello a lo que designa.
¿De dónde procede,
pues, la paradoja?
Los psicólogos también se han planteado esa pregunta.
Sin embargo no
han sido capaces de acordar cuál es el significado preciso del término; ni
siquiera saben con precisión qué destrezas o aptitudes deben ser consideradas sustratos de la intel igencia.
Años de investigación sin que ninguna de las
teorías psicológicas al respecto haya alcanzado reconocimiento universal.
Tal
vez, diremos, la propia naturaleza de la inteligencia cont inúa impen
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