En busca de la per&pectiva, el pintor submarino retrocede ante el cuadro.
La postura es un pooo forzada,
pero hay que tener en cuenta el medio en que se halla.
BÍmo (lo c(m»ifna eti lionor de la verdad!, «in envaDeoiffliento ni jadancia),
presentía...
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En busca de la per&pectiva, el pintor submarino retrocede ante el cuadro.
La postura es un pooo forzada,
pero hay que tener en cuenta el medio en que se halla.
BÍmo (lo c(m»ifna eti lionor de la verdad!, «in envaDeoiffliento ni jadancia),
presentía defiítiitivametite }le<gad« el término de mi» días.
Mi últámo pen«a<
miento, lo recuerdo con toda nJitidiez,
fué é»te: "Dentro de poco todo habré
cesado.
CaH ixo oigo; apenas veo.
Una
muerte dulásima se aproxinut sigilotamente.
.
.
" Cerré lo» ojos.
; Me áejé lievar.
.
.
Cuando al ca}>o de itnas horas recaperé el sentido, a bordo del bote auxí<Iiar, dijéroiiime mlis amigos que mii exi»tenícia ^babia estaco en «erio peligro.
Desde luego, en eas aeustadoi rostros se
reflejaba la ansiedad sufrida.
Naturalmente, les agradecí la abnegación que
habían pueElto ea.
mi «alvamentti, pero
be die manilestar, llanamente y «in énfasis alliguno, que desde entonces la
nraerte me parece bastante menos lemibile y espantosa de lo que yo ímagÍDabti.
.
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