IGUALES PERO CABEZA ABAJO
de Fabrizio Gabrielli
Cisco, del Clarín, lee sólo las páginas deportivas.
En otros tiempos devoraba los elzeviros de Félix Luna, los editoriales y los
reportajes europeicos, en otros tiempos.
Negaba con la cabeza, cuando veía...
More
IGUALES PERO CABEZA ABAJO
de Fabrizio Gabrielli
Cisco, del Clarín, lee sólo las páginas deportivas.
En otros tiempos devoraba los elzeviros de Félix Luna, los editoriales y los
reportajes europeicos, en otros tiempos.
Negaba con la cabeza, cuando veía inmortalar a Nápoles, su Nápoles, como una
Partenope hebria, violada, desordenada, enmugrentada.
"Que pena", comentaba con la pava en el fuego, "que pena".
Y después, desde que, en la crónica internacional se había topado con un delirante
solo de Algañaraz1, ".
.
.
referencias al sexo oral, que los italianos llaman il pompino",
había desistido en ir más allá , después, en la lectura de Clarín.
Ccammoffa, và.
Zannemo e nipìpom.
Alli está, la italita boreal, la que está cabeza arriba.
Nunca una noticia emocionante de los resultados del Clausura, después.
La historia se repetía incesante, al final también este año Ferrocarril Oeste se habría
quedado allí donde estaba, y a él le tocaría deponer los sueños, guardar la máscara,
desfigur
Less